Domingo de Resurrección: El Triunfo de la Vida sobre la Muerte   El Domingo de Resurrección, también conocido como Domingo de Pascua, es una de las celebraciones más importantes para el cristianismo. Marca el final de la Semana Santa y conmemora la resurrección de Jesucristo al tercer día después de su crucifixión, según los relatos del Nuevo Testamento. Este día simboliza el triunfo de la vida sobre la muerte, del amor sobre el pecado, y representa la esperanza de una vida nueva.   Un Día de Alegría y Esperanza   Después del recogimiento y la solemnidad del Viernes Santo, el Domingo de Resurrección es un día de júbilo. Las iglesias se llenan de flores, cantos y luces, y los fieles celebran con misas especiales que proclaman la victoria de Cristo sobre la muerte. En muchas culturas, se tocan campanas que han estado en silencio desde el Jueves Santo, como señal de alegría.   Significado Teológico   La resurrección de Jesús es el pilar fundamental del cristianismo. Para los creyentes, confirma que Jesús es el Hijo de Dios y da sentido a toda su enseñanza. Según San Pablo, “si Cristo no resucitó, vana es nuestra fe” (1 Corintios 15:14). La Pascua, por tanto, no es solo un evento histórico o simbólico, sino una promesa de redención y de vida eterna.   Tradiciones y Costumbres   Además de las ceremonias religiosas, el Domingo de Resurrección se celebra con diversas tradiciones populares. En muchos países, es común la búsqueda de huevos de Pascua, especialmente entre los niños. Estos huevos, que en sus orígenes representaban la vida y la fertilidad, han sido adoptados como símbolo de la tumba vacía y la vida nueva que trae la resurrección.   En lugares como España o América Latina, las procesiones de Semana Santa culminan con actos festivos y la llamada “quema de Judas”, una tradición que simboliza el rechazo del mal.   Una Celebración Universal   Aunque las formas de celebración pueden variar, el mensaje del Domingo de Resurrección es universal: es un llamado a la esperanza, a la renovación interior y a la fe en que, incluso después de la noche más oscura, siempre llega la luz.   © LaTijera