Dalila hoy más que entre notas, está entre silencios.   El Hogar de Ancianos de #Cárdenas fue creado con un propósito noble: ofrecer un lugar de refugio y cuidado a los ancianos abandonados y olvidados tanto por sus familias como por la sociedad. Esta institución supuestamente debía contar con un equipo de profesionales, incluyendo médicos y enfermeros, dedicados a brindar atención integral a los residentes, asegurando su bienestar hasta el final de sus días.   Sin embargo, hoy enfrentamos una situación preocupante que no puede pasar desapercibida.  Dalila, residió desde los primeros dias de marzo en ese lugar después de su recuperación en el hospital, aún con sus escaras pero iban muy bien en proceso de cicatrización.    Pues hace unos días fue remitida de nuevo al hospital en condiciones alarmantes que dejan mucho que desear. Al momento de su ingreso al hogar, ella contaba con ropa, efectos personales, sábanas, una colcha y toalla que lamentablemente no fueron consideradas en su traslado. Más grave aún, el retraso en remitirla al hospital agravó significativamente su salud. Sus escaras han empeorado e incrementado, y la ausencia de una sonda ha provocado que permanezca orinada, lo que ha deteriorado aún más sus lesiones. Ahora tiene bronconeumonía, severa infección renal y todas sus úlceras tremenda mente infectadas. Ella misma nos cuenta como tenía que gritar y aún así nadie acudía para atenderla. Esto refleja una falta de atención que no se corresponde con los estándares que este hogar debía ofrecer.  Me pregunto: ¿esto es lo que entendemos por "morir con dignidad"? Creo firmemente que no. Nunca será suficiente el esfuerzo mientras se trate de salvar una vida. Y, en caso de que el desenlace sea inevitable, al menos debemos garantizar que ocurra bajo los cuidados y la atención adecuada de nuestros profesionales, proporcionando todo lo que necesite en sus últimos momentos. Les pido que reflexionen, poniéndose la mano en el corazón. ¿Es esta la situación que desearían para sus seres queridos? Estoy segura de que no, porque todos queremos lo mejor para quienes amamos, sin importar el costo. Por ello, solicito con urgencia que se analice la situación de esa institución para que se le brinde la atención digna y humana que merecen nuestros mayores, simplemente por ser seres humanos.   Es imperativo que se tomen medidas para garantizar que situaciones como esta no se repitan. Nuestros mayores merecen respeto, cuidado y un trato digno en cada etapa de su vida.   Hacemos un llamado a los responsables para investigar esta situación, mejorar los protocolos de atención y velar por la calidad del servicio. La dignidad de nuestros ancianos depende de ello.   Compartiendo esto ayudas a que llegue a otras personas y se sepa esta penosa situación.   (Publicado por María Elena Pérez Santana en Cardenenses en Facebook)   © LaTijera