Cómplices digitales del régimen: cuando la propaganda se disfraza de opinión personal   Marcos Antonio, un joven que se identifica abiertamente como Ciberclaria, no oculta su fidelidad al régimen: se declara Fidelista, Comunista y agradecido de los llamados “logros de la Robo-ilusión”, término que muchos asocian con la manipulación propagandística del castrismo.   “Si todos esos ‘atributos’ te quitan el sueño, es tu problema”, afirma con desafiante convicción.   Este tipo de discurso, lejos de ser aislado, representa a una generación de cómplices digitales que, bajo la sombra de perfiles controlados o incentivados por el aparato del Estado, buscan normalizar la represión, justificar el fracaso económico y atacar a quienes denuncian la realidad cubana.   Mientras el pueblo enfrenta apagones, escasez y censura, estos defensores del sistema utilizan las redes para intentar lavar la imagen de una dictadura que por más de seis décadas ha aplastado libertades fundamentales.   La pregunta es inevitable: ¿Hasta cuándo se permitirá que el aparato represivo tenga voz en el espacio digital bajo la apariencia de “opinión libre”?   © LaTijera