Basuristán: el rostro real de La Habana olvidada   En pleno corazón de El Vedado, uno de los barrios que alguna vez fue símbolo de orgullo capitalino, la basura se acumula sin control. Montones de desechos contaminan las calles, generan focos de enfermedades y se vuelven paisaje habitual.   Por allí pasan dirigentes, funcionarios del gobierno municipal y provincial, pero todos miran hacia otro lado, ignorando el clamor de los vecinos y el deterioro visible que los rodea.   La Habana —y gran parte de Cuba— se ha convertido en un Basuristán, reflejo de un país abandonado por quienes deberían gobernar con responsabilidad.   Porque esto no es un gobierno, es una dictadura, incapaz de ofrecer servicios básicos, pero experta en reprimir, controlar y sostener una narrativa falsa.   Cuba hoy es una isla llena de basura… y no solo en sus calles.   (Imágenes cortesía de El Vedado de Hoy)     © LaTijera