El lucrativo negocio de las embajadas cubanas en el mundo: más diplomacia que beneficios   (De una publicación de Carla Leonarda Vázquez)   Mientras el pueblo cubano enfrenta una crisis económica sin precedentes, marcada por la escasez de alimentos, apagones de más de 24 horas y una inflación descontrolada, el régimen de La Habana sostiene una de las redes diplomáticas más grandes del mundo.   Según cifras oficiales, Cuba mantiene actualmente 113 embajadas y 20 consulados en el extranjero, lo que supera por amplio margen a muchos países con economías más sólidas y relaciones internacionales mucho más dinámicas.   Comparativa reveladora:   13 embajadas más que Suecia   28 más que Finlandia   33 más que México   40 más que Chile y Colombia   48 más que Perú   50 más que Venezuela   57 más que Panamá   62 más que Costa Rica   83 más que Islandia   Este aparato diplomático requiere una inversión multimillonaria: compra o alquiler de inmuebles en ciudades capitales, gastos operativos mensuales, viajes internacionales, salarios para el personal diplomático y sus familiares, y hasta educación privada para los hijos de los funcionarios.   Sin embargo, la gran mayoría de estas sedes no genera ningún beneficio económico para Cuba. El país no mantiene relaciones comerciales significativas con muchos de los estados en los que mantiene representación diplomática. En lugar de promover el comercio o la inversión extranjera, las embajadas se han convertido en centros de control político y recaudación de fondos a costa de los propios cubanos en el exterior.   El saqueo consular.   Los cubanos emigrados deben enfrentar tarifas consulares desproporcionadas por trámites corrientes como la legalización de documentos, la renovación del pasaporte, la obtención de certificaciones o la simple entrada al país de origen. Estos ingresos, cobrados en divisas, representan una de las fuentes de financiamiento externas más lucrativas del régimen.   Pero el rol de las embajadas no se limita a la burocracia consular.   Plataformas ideológicas al servicio del castrismo.   En muchos países, estas sedes diplomáticas operan como centros de propaganda política. Desde allí se impulsan campañas de solidaridad con el régimen, se fortalecen relaciones con gobiernos afines y se capacitan activistas de izquierda bajo la bandera del "internacionalismo".   Esta diplomacia ideologizada contrasta con la situación interna del país: hospitales colapsados, un sistema eléctrico al borde del colapso, y millones de cubanos sobreviviendo entre la pobreza y la desesperanza.   ¿Qué gana el pueblo cubano con todo esto? Nada. Ni en inversiones, ni en comercio, ni en bienestar social. Todo lo contrario: paga con su miseria el mantenimiento de una diplomacia que sirve únicamente a los intereses del poder.   Conclusión:   El entramado diplomático de Cuba no está al servicio del desarrollo nacional, sino del control político, la propaganda ideológica y la recaudación en divisas. Un lujo que el pueblo no puede seguir pagando.   #LaTijeraNews #EmbajadasCubanas #SaqueoConsular #DiplomaciaCastrista #CubaNoEstáBloqueadaEstáSaqueada #CarlaLeonardaVazquez #SOSCuba #PatriaYVida #FinALaDictadura   © LaTijera