El mito del “bloqueo” y la verdad económica de Cuba   Por más de seis décadas, el régimen castrista ha repetido una misma narrativa: la culpa de la crisis cubana es del “bloqueo” de Estados Unidos. Sin embargo, las cifras oficiales y los acuerdos internacionales desmontan esta fábula.   La realidad es otra: Cuba no sufre un bloqueo total, sino un embargo con restricciones financieras, que no le impide comprar alimentos, medicinas ni comerciar con el resto del mundo.   Embargo sí, bloqueo no   En términos estrictos, el embargo estadounidense prohíbe créditos y financiamiento a la isla, pero no el comercio de productos básicos. Desde 2001, La Habana ha comprado a Estados Unidos alimentos por más de 8 000 millones de dólares, siempre pagando por adelantado.   Lejos de un cerco militar o naval, Cuba mantiene vínculos comerciales con decenas de países. El embargo no explica por qué, a pesar de estas posibilidades, el pueblo sufre desabastecimiento crónico.   Un país que no paga sus deudas   Otro dato silenciado: Cuba debe entre 28 000 y 29 000 millones de dólares a acreedores internacionales. Su historial de impagos es largo:   En 1986, declaró moratoria con el Club de París.   En 2015, le condonaron 8 500 millones de dólares, pero volvió a incumplir en 2019.   Rusia, China, México y Vietnam han perdonado deudas millonarias.   A Estados Unidos le debe más de 8 000 millones de dólares en reclamaciones por expropiaciones tras 1959.   La isla no solo depende de condonaciones periódicas, sino que arrastra un récord de impagos que la convierte en un socio poco confiable en el sistema financiero internacional.   El salvavidas del exilio   Lejos de estar aislada, la economía cubana vive del aporte de su diáspora. Entre remesas y bienes enviados desde el exterior, han entrado más de 100 000 millones de dólares en tres décadas.   Solo en efectivo, el exilio envió 50 000 millones de dólares desde 1994.   En bienes de consumo, se calcula una cifra similar.   En 2023, a pesar del éxodo migratorio, entraron 1 972 millones de dólares en remesas.   A esto se suma el negocio de las recargas celulares internacionales, que en 2021 generaron 650 millones de dólares, y la paquetería, que pasó de 600 000 envíos en 2019 a más de 4 millones en 2021.   Conclusión: el bloqueo es interno   Si existiera un bloqueo absoluto:   Cuba no habría recibido miles de millones en remesas, recargas y paquetería.   No habría importado alimentos de EE. UU. por 8 000 millones.   No tendría deudas millonarias con medio mundo ni viviría de condonaciones.   La verdad es clara: el fracaso de Cuba no se debe a un bloqueo externo, sino al saqueo interno, la corrupción y la mala gestión de un régimen que ha convertido la excusa en dogma.   El mito del bloqueo ha sido la coartada perfecta para encubrir más de seis décadas de ineficiencia y represión.   #CubaNoEstáBloqueada #CubaEstáSaqueada #ElMitoDelBloqueo #CubaLibre #LaTijeraNews #DictaduraCubana #MentiraDelBloqueo #EmbargoNoBloqueo #ExilioCubano #Remesas #CubaEnCrisis   © LaTijera