“Hay que seguir resistiendo para salvar a la Revolución” — Miguel Díaz-Canel Bermúdez.   Mientras el Títere Dictatorial llama al pueblo cubano a resistir, a soportar y a conformarse, su esposa Lis Cuesta, lejos de compartir las penurias de la nación, se dedica a viajar constantemente al extranjero y a disfrutar de lujos que contrastan con la miseria de la isla.   Ataviada con un vestido de 400 dólares de la Casa de Moda Boss, zapatos Gianvito Rossi de 1000 dólares, un reloj Ballon Bleu de Cartier de 12,800 dólares, un teléfono de 1,220 y hasta espejuelos valorados en 187 dólares —equivalentes al salario promedio de 5 años de un trabajador promedio Cubano—, Lis Cuesta hace gala del cinismo de la élite castrista.   Mientras miles de cubanos carecen de medicamentos, alimentos y electricidad, la esposa del dictador presume en redes sociales los privilegios de ser “una afortunada del castrismo” y se burla del sufrimiento de un pueblo entero, vociferando: “¡Sufran imperialistas!”   La contradicción es evidente: un país en ruinas, gobernado por dirigentes que viajan para recoger donaciones de sus aliados, mientras disfrutan de lujos que ni siquiera un profesional en Cuba puede soñar alcanzar en toda su vida.   #LaTijeraNews #Cuba #LisCuesta #DiazCanel #DictaduraCubana #PuebloOprimido #CubaEnCrisis #LujoDeDictadores #Castrismo #CubaLibre   © LaTijera